Hola amig@s!
Hoy os vengo a
contar este truco de cocina que para mí es uno de los que más me gustan. Es un
truco de mi madre, es que desde que me lo contó siempre lo hago. Es ideal para
estar fechas navideñas que se aproximan en las que se hacen muchos postres.
Se trata de
disponer siempre que queramos de ralladura de limón, de tenerla siempre a mano,
sin tener que estar rallando un limón cada vez que la necesitamos, y de una
forma muchísimo más rápida.
Es muy sencillo:
cuando utilicemos un limón para zumo y los vayamos a tirar, cortamos su corteza
y la lavamos bien (mejor hacerlo con limones ecológicos o si es posible con
cultivados por nosotros mismos). Si es solo un limón, no es demasiada corteza,
por lo que la guardamos en un envase hermético en la nevera. Cada vez que
vayamos a utilizar un limón, antes de tirarlo hacemos lo mismo, quitarle la
corteza, y así hasta que consigamos más o menos un buen puñadito de cortezas de
limón. Cuando tengamos cantidad suficiente, les quitamos lo más posible la
parte blanca de la corteza, las colocamos en la picadora 1, 2, 3 y le añadimos
un poco de azúcar, como un o dos cucharadas.
Batimos bien y
nos que queda ya las cortezas totalmente picadas.
De esta forma ya
tenemos un montón de ralladura de limón lista para usar. Para conservarla la
guardamos en el congelador en una bolsa de plástico.
Así, cada vez que
necesitemos de ralladura de limón solo debemos sacarla del congelador y coger
un poquito con una cuchara, sin tener que estar un buen rato rallando limón,
hecho a mi particularmente me hacía poner menos cantidad de ralladura en la
receta de lo que realmente llevaba.
Como veis, es un
truco donde nos ahorramos mucho tiempo en la cocina y nos permite realizar las
recetas más sabrosas con el rico sabor a ralladura de limón.
Espero que lo
pongáis en práctica.
Feliz día!
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